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Las desigualdades que perpetúan la pandemia de sida no son inevitables; por supuesto que podemos abordarlas. Todos los años el 1 de diciembre, se insta a todos y cada uno de nosotros a abordar las desigualdades que están frenando el progreso para poner fin al sida.

El eslogan «Igualdad Ya» es una llamada a la acción. Pretende impulsarnos a trabajar en todas aquellas acciones prácticas que se ha demostrado que son necesarias para abordar las desigualdades y ayudar a poner fin al sida. Debemos comprometernos a:

Aumentar la disponibilidad, la calidad y la idoneidad de los servicios para el tratamiento, las pruebas y la prevención del VIH, para que todas las personas reciban la atención que precisan.

Reformar las leyes, políticas y prácticas para abordar el estigma y la exclusión a los que se enfrentan las personas que viven con el VIH, los grupos de población clave y las poblaciones marginadas, de modo que todo el mundo sea respetado y bienvenido.

Garantizar el intercambio de tecnología para permitir un acceso igualitario a la mejor ciencia para el VIH, tanto entre las comunidades como entre el sur y el norte del mundo.

Las comunidades podrán utilizar y adaptar el mensaje «Igualdad Ya» para resaltar las desigualdades particulares a las que se enfrentan y promover las acciones necesarias para abordarlas.

Preguntas y respuestas sobre el VIH/SIDA

¿Qué es el VIH?

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) infecta las denominadas células CD4 del sistema inmunitario, que participan en la respuesta del organismo a las infecciones. El virus se multiplica dentro de esas células y acaba dañándolas y destruyéndolas. Sin un tratamiento eficaz con combinaciones de antirretrovíricos, el sistema inmunitario se debilita hasta el punto de ser incapaz de luchar contra las infecciones y las enfermedades.

¿Son cosas distintas el VIH y el sida?

«Sida» (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es un término que se aplica a las fases más avanzadas de la infección por el VIH, caracterizadas por la aparición de uno de los más de veinte cánceres o infecciones oportunistas potencialmente mortales. Las infecciones oportunistas se llaman así porque se aprovechan de la debilidad del sistema inmunitario. El sida fue una característica definitoria de los primeros años de la epidemia de la infección por el VIH, antes de que aparecieran los tratamientos antirretrovíricos (TAR). Hoy en día, al haber cada vez más personas en tratamiento con TAR, la mayoría de los infectados no presentan sida. La probabilidad de que a la persona se le diagnostique una infección avanzada por el VIH —la cual se considera que presentan las personas con un recuento de linfocitos T CD4 inferior a 200 copias, las que tienen una enfermedad definitoria de sida y los niños menores de 5 años con infección confirmada por el VIH— es más probable en las personas con infección no diagnosticada por este virus, en aquellas a quienes se les diagnostica tarde la infección y en las que han interrumpido o nunca han tomado un TAR.

Sin tratamiento, ¿cuánto tarda una persona infectada en enfermar?

En las personas con infección por el VIH no diagnosticada o no tratada con un TAR, los signos de enfermedad relacionados con este virus pueden tardar 5 a 10 años en aparecer, aunque también pueden ocurrir antes. Por lo general, entre el momento en que se contrae el VIH y el del diagnóstico de sida pasan de 10 a 15 años, si bien este intervalo puede ser mayor. Un porcentaje muy bajo de pacientes han conseguido controlar la infección sin TAR (son los denominados «controladores de élite»). No obstante, la mayoría de las personas necesitan tomar un TAR para no caer enfermos.

¿Cómo se transmite la infección por el VIH?

El VIH está presente en varios líquidos corporales de las personas infectadas, tales como la sangre, el semen, las secreciones vaginales y rectales o la lecha materna. El VIH puede transmitirse:

  • por relaciones sexuales vaginales o anales sin protección y, en casos muy raros, por relaciones sexuales orales con una persona infectada;
  • por la transfusión de sangre contaminada;
  • por compartir agujas, jeringas, otro material de inyección o quirúrgico u otros objetos punzocortantes, y
  • por transmisión de la madre al hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.

Si la persona que vive con el VIH está recibiendo un TAR que efectivamente suprima el VIH, no puede transmitir el virus a su(s) pareja(s) sexual(es).

¿Cómo se trata la infección por el VIH?

Aunque la infección por el VIH no tiene cura, se puede tratar con antirretrovíricos, cuya acción consiste en detener la replicación del virus. El TAR puede reducir tanto el número de virus presentes en el organismo que el sistema inmunitario pueda funcionar normalmente y la persona infectada tenga buena salud, siempre que cumpla el tratamiento y este siga siendo eficaz. La probabilidad de transmisión del VIH a otras personas también es mucho menor cuando el tratamiento funciona.

¿Qué significa «indetectable»?

Las evidencias de varios estudios indican que las personas con VIH que tienen una carga vírica «indetectable» no pueden transmitir el VIH a otras personas. Una persona es «indetectable» cuando el TAR ha reducido la cantidad de virus presente en su organismo hasta niveles tan bajos que este no puede detectarse mediante pruebas normales de la carga vírica. El control de la carga vírica, y la confirmación de que esta es indetectable deben ser realizados por un profesional de la salud como parte de la atención médica habitualmente dispensada a las personas con VIH.

¿Qué enfermedades pueden afectar a las personas con VIH?

Al asegurar que el sistema inmunitario sigue sano, el TAR permite que las personas con VIH tengan una vida larga y saludable. Sin embargo, en algunos contextos, muchas personas que viven con el VIH no son diagnosticadas, no reciben tratamiento o no lo toman como es debido, con lo que la enfermedad progresa.

Las personas con VIH que desarrollan una inmunodeficiencia grave y que no están tomando tratamiento antirretrovírico contraen con frecuencia infecciones oportunistas y algunos cánceres raros, como el sarcoma de Kaposi. La tuberculosis es la principal causa de muerte en personas que viven con el VIH en África, y una de las principales causas de muerte en todo el mundo. La búsqueda sistemática de síntomas de tuberculosis y el inicio temprano del TAR pueden mejorar en gran medida la salud de las personas que viven con el VIH. Otras coinfecciones frecuentes en algunas poblaciones son las hepatitis B y C.

La infección por el VIH puede dar lugar a una serie de problemas de salud. Como las personas infectadas viven ahora más tiempo y envejecen, las enfermedades no definitorias del sida, como las enfermedades cardiacas, el cáncer y la diabetes, se están volviendo más frecuentes.

¿Cómo pueden las personas hacerse prueba de detección del VIH?

La realización de pruebas de detección del VIH es la única manera de saber si una persona está infectada o no. El VIH se puede diagnosticar mediante pruebas diagnósticas rápidas que proporcionan resultados en cuestión de minutos.

El conocimiento del estado serológico tiene dos beneficios importantes:

  • Quienes den positivo pueden iniciar un tratamiento antes de que aparezcan los síntomas, lo que puede prolongar su vida y evitar complicaciones de salud.
  • Quienes conozcan su estado serológico, reciban TAR y lo sigan sistemáticamente, y cuya carga vírica se haya suprimido, no pueden transmitir el VIH a sus parejas.

La OMS recomienda que las pruebas de detección del VIH estén disponibles en todos los centros de salud y por medio de diversos entornos comunitarios.  Las personas también pueden utilizar kits de autodiagnóstico para saber si están infectadas.   En caso de que den positivo, siempre deben confirmar el resultado en un centro de salud.

¿Quiénes corren más riesgo de contraer el VIH?

Las principales vías de transmisión del VIH son las relaciones sexuales sin preservativos, las transfusiones de sangre o productos sanguíneos contaminados por el virus, el hecho de compartir agujas, jeringas y otros materiales de inyección, la exposición al virus a través de instrumental quirúrgico u otro instrumental de perforación de la piel que esté contaminado y la transmisión vertical de las madres con VIH a sus hijos. Padecer otra infección de transmisión sexual (ITS) también puede aumentar el riesgo de contraer el VIH (y viceversa). El VIH y diversas otras ITS son plenamente prevenibles, y hay diferentes intervenciones basadas en evidencias para detener su transmisión.

Sin embargo, muchas personas no tienen acceso a la información y los conocimientos necesarios para prevenir el VIH. En algunos casos, importantes obstáculos legales y sociales impiden que accedan a servicios y medidas de prevención eficaces. Algunos grupos de población tienen más riesgo de contraer la infección, como los hombres que tienen relaciones homosexuales, los consumidores de drogas inyectables, las personas recluidas en cárceles y otros entornos cerrados, los profesionales del sexo y sus clientes, y las personas transgénero. A estas poblaciones se las denomina «poblaciones clave», y a menudo están marginadas en sus comunidades, se las criminaliza o se encuentran con importantes obstáculos para acceder a la prevención y el tratamiento del VIH y a otros servicios de salud. En algunos entornos, otras poblaciones pueden ser particularmente vulnerables a la infección por el VIH, como las adolescentes del África meridional.

¿Cómo se puede prevenir la transmisión sexual del VIH?

A nivel mundial, el VIH, al igual que otras ITS, se transmite principalmente a través del sexo vaginal y anal sin protección. Se pueden utilizar varios métodos para evitar que esto suceda. Se recomienda el uso de una combinación de intervenciones preventivas eficaces, como:

  • usar preservativos masculinos o femeninos y un lubricante compatible de forma sistemática y correcta;
  • en el caso de las personas seronegativas, tomar profilaxis antes de la exposición al VIH (PrEP) para prevenir su transmisión;
  • en el caso de las personas seronegativas que han estado expuestas al VIH, la profilaxis posterior a la exposición (PEP) puede evitar la infección si se administra en las 72 horas siguientes a la posible exposición;
  • en el caso de las personas ya infectadas, tomar TAR para reducir la carga vírica a niveles indetectables, lo que significa que no pueden transmitir el VIH a sus parejas sexuales;
  • en el caso de los adolescentes y hombres que viven en entornos con una alta prevalencia del VIH, la circuncisión voluntaria practicada por personal sanitario cualificado reduce el riesgo de infección por el VIH al mantener relaciones heterosexuales;  
  • el diagnóstico y tratamiento de otras ITS, y
  • conocer su propio estado serológico para fomentar comportamientos sexuales de menor riesgo.

¿Qué relación existe entre el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS)?

Es más probable que se produzca una infección por el VIH si otra persona padece una ITS y viceversa. La probabilidad de infección por el VIH u otros patógenos de transmisión sexual aumenta significativamente cuando las personas adoptan comportamientos sexuales de riesgo (por ejemplo, cuando no utilizan preservativos o tienen relaciones sexuales con múltiples parejas sin protección o bajo los efectos de las drogas y el alcohol). Además, las llagas y las inflamaciones que provocan algunas ITS facilitan la infección por el VIH. La evidencia indica que el herpes genital (HSV-2) casi triplica el riesgo de contraer el VIH, tanto en el caso de los hombres como de las mujeres. Las mujeres que viven con el VIH también tienen un alto riesgo de infección por el virus del papiloma humano (VPH) y seis veces más probabilidades de padecer cáncer del cuello del útero, entre otros ejemplos.

¿Cómo se puede prevenir la transmisión por el intercambio de agujas/jeringas?

Las intervenciones de reducción de daños tienen por objeto reducir los daños derivados del consumo de drogas inyectables, como el VIH o la hepatitis vírica, sin interrumpir necesariamente el consumo de drogas. El suministro de agujas/jeringas estériles u otro material de inyección en el marco de programas de distribución de agujas/jeringas ayuda a las personas que se inyectan drogas a utilizar agujas/jeringas estériles en cada inyección, lo que reduce el riesgo de que contraigan el VIH. El tratamiento sustitutivo con opioides es un tratamiento basado en evidencias para los dependientes de estas sustancias, que reduce el riesgo de infección por el VIH y tiene otros beneficios para la salud.

¿Cómo se puede prevenir la transmisión vertical del VIH?

El VIH puede transmitirse de una madre a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo, esa transmisión vertical puede prevenirse con intervenciones eficaces, como el TAR de la madre y un breve tratamiento del hijo con antirretrovíricos. Otras intervenciones eficaces consisten en medidas para evitar que las embarazadas contraigan el VIH, prevenir embarazos no deseados en mujeres con VIH, y prácticas apropiadas de lactancia materna. Los servicios de realización de pruebas de detección del VIH deben integrarse en los servicios de salud maternoinfantil, incluidos los servicios de planificación familiar, para que las mujeres en situación de riesgo puedan acceder fácilmente a las pruebas. Además, los servicios de planificación familiar deben integrarse en los servicios de TAR. Las embarazadas y las madres diagnosticadas de infección por el VIH deben recibir TAR lo antes posible para que sus hijos nazcan sin el virus.

¿Qué es la profilaxis antes de la exposición?

La profilaxis previa a la exposición, o PrEP, es un medicamento que pueden tomar las personas seronegativas para no infectarse. Cuando se toma como se recomienda, es muy eficaz para prevenir la infección por el VIH. La PrEP se recomienda para aquellas personas con mayor riesgo de contraer el VIH. Dependiendo del lugar, estas personas pueden incluir a los hombres que tienen relaciones homosexuales, los profesionales del sexo, los consumidores de drogas inyectables, las personas recluidas en prisiones u otros entornos cerrados, las personas transgénero, y las adolescentes y mujeres jóvenes del África meridional.

¿Cómo evita la circuncisión masculina la transmisión del VIH?

La circuncisión masculina practicada por personal sanitario cualificado reduce el riesgo de transmisión sexual de la mujer al hombre en aproximadamente un 60%. La circuncisión masculina voluntaria a cargo de personal sanitario cualificado, que requiere una sola intervención, proporciona protección parcial de por vida contra el VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Siempre debe considerarse como parte de un paquete integral de prevención del VIH y nunca debe reemplazar a otros métodos de prevención conocidos, como los preservativos femeninos y masculinos. El paquete de servicios mínimo debe incluir: educación sobre relaciones sexuales sin riesgo, promoción de los preservativos, tratamiento de las ITS, pruebas de detección del VIH y una vinculación con los tratamientos para los hombres y adolescentes a partir de los 15 años que viven en entornos con una alta prevalencia del VIH.

¿Cuán eficaces son los preservativos para prevenir la transmisión del VIH?

Si se utiliza de manera correcta y sistemática en cada coito, el preservativo es un método económico y de eficacia comprobada para prevenir la infección por el VIH y otras ITS en hombres y mujeres.

¿Hay una cura para la infección por el VIH?

No, actualmente no hay cura para esta infección. Sin embargo, la ciencia avanza muy rápidamente y ya se ha conseguido la curación funcional de dos pacientes gracias a un trasplante de médula ósea para el cáncer y a la reinfusión de nuevos linfocitos T CD4 que no pueden ser infectados por el VIH. Con todo, todavía no se dispone de un tratamiento definitivo ni de una vacuna que permita tratar y proteger a todas las personas con esta infección o con riesgo de contraerla. En todo caso, si se toma correcta y permanentemente el TAR, la infección se puede controlar y tratarse como otras enfermedades crónicas. En todo el mundo hay personas infectadas por el VIH que están sobreviviendo hasta la vejez.

¿Qué otros tipos de atención necesitan las personas infectadas por el VIH?

Aunque el TAR ayuda a que el sistema inmunitario se mantenga fuerte, las personas con VIH pueden beneficiarse del asesoramiento y el apoyo psicosocial para asegurarse de que están realmente «viviendo bien». La infección por el VIH es tratable, pero es una enfermedad crónica de por vida, y las personas pueden necesitar apoyo para su salud mental y cambios en su estilo de vida para mantener una buena salud. El acceso a una buena nutrición, agua potable e higiene básica también puede ayudarlas a mantener una buena calidad de vida. Al igual que la población general, las personas con VIH pueden padecer muchas otras afecciones que necesiten tratamiento y atención. El enfoque de la atención sanitaria centrado en las personas, en particular a través de los servicios de atención primaria, tiene por objeto prestar a las personas con VIH servicios de salud integrales que abordan todos sus problemas de salud.

Fuente: OMS y PAHO