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En Policlínico Neuquén trabajamos para cumplir con los lineamientos del parto respetado, en consonancia con la ley 25.92, generando un entorno de confianza y familiaridad; informando a las mamás sobre la lactancia materna y brindando apoyo para amamantar; y asesorando sobre los cuidados que necesita el bebé y ella misma.

En un parto respetado, independientemente de si es vía vaginal o cesárea, la mujer es protagonista activa, es tratada con respeto y puede estar acompañada por quien elija. Asimismo, recibe información adecuada para la toma de decisiones y es considerada una persona sana.

Con estos lineamientos, nos esforzamos para crear un marco que respete los tiempos biológicos y psicológicos, y evitar las prácticas invasivas innecesarias; hacer valer el derecho que  toda mujer tiene de ser informada de manera entendible y clara sobre las distintas intervenciones médicas que pueden tener lugar durante el embarazo, trabajo de parto, parto, posparto y puerperio de manera que pueda elegir libremente cuando existan diferentes alternativas.

La futura mamá podrá elegir el lugar y la forma en la que va a transitar su trabajo de parto (deambulación, posición, analgesia o medicamentos, acompañamiento) y la vía de nacimiento. El equipo de salud y la institución respetarán tal decisión, en tanto no comprometa la salud de madre e hijo.

Además, toda mujer podrá estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y posparto, cualquiera sea la vía de parto (vaginal o cesárea). También se respeta el derecho de la mujer que no desee ser acompañada.

Además, y teniendo en cuenta la importancia del contacto piel con piel entre la mamá y el recién nacido, y con el objetivo de favorecer el vínculo precoz, el equipo de salud fomenta desde el momento mismo del nacimiento, e independientemente de la vía del parto, el contacto del recién nacido con su madre y familiares directos y/o acompañantes que ella disponga.

Esto es importante, especialmente,  para el éxito de la lactancia, para brindar las condiciones necesarias y adecuadas para que la mamá pueda amamantar, ya desde la sala de partos y durante toda su internación.

En el caso de que el bebé requiera internación hospitalaria, se brinda acceso sin restricciones para la madre y el padre del recién nacido, permitiendo el contacto físico. Además, se contempla el acceso facilitado para otros familiares directos y/o acompañantes que la madre disponga, con la acreditación de identidad como único requisito.

Si tenés dudas o necesitás más información, no dudes en consultar con tu obstetra o pediatra de confianza.